lunes, 26 de septiembre de 2016

Cuidar al cuidador

Al acompañante principal, el que camina junto a otra persona por ese nuevo territorio tan poco apasionante como es una enfermedad, se lo suele llamar en la jerga médica "el cuidador". Y la verdad es que sí, cuida a su mochilero como puede, como le da la fuerza y hasta como le da la gana! No es un trabajo para nada fácil y hasta a veces es muy desgastante.

¿Creen que el cuidador debería usar toda su energía en el "cuidado"?
¿Cómo saber la cantidad de tiempo y dedicación que uno debe darle al otro?
¿Qué pasa si esa fuerza se acaba?

Tantas preguntas que van surgiendo en este nuevo rol, en esta cuasi profesión. Sí, porque al fin y al cabo uno aprende un mix de medicina, enfermería, nutrición, kinesiología, hasta psicología diría yo...porque las emociones y reacciones de la persona enferma no son las mismas que antes. 
Creo que este tema se merece un curso, taller, seminario o clases especiales para los acompañantes que van naciendo cada día...como las mariposas ¿no? ¿cuántas orugas se transforman diariamente en mariposas? 

Ahora, con tantas disciplinas aprendidas sumándole el rol que un cuidador ya tenía en su vida (sea madre, padre, hermano, el que corresponda) ¿cómo hace para agregar horas al día? ¿o para mantenerse despierto más horas?

¡¡Basta de tanta pregunta y voy al grano!!

El acompañante no es un robot, también tiene que dormir, comer, divertirse, vivir su vida. Pero, qué difícil si su realidad ha cambiado tanto que no le queda tiempo para eso...señoras y señores creo que si quieren un cuidador de lujo, por ende un cuidado bien atendido, sepan que el acompañante debe seguir su vida con algunos pequeños agregados (para ser positiva). Hay que buscarle la vuelta, no es nada fácil!

En mi rol de acompañante reconozco que comencé el camino con prioridades en mis tiempos y dedicación: primero mi marido, después mis hijas, a veces mi familia y amigos y llegando a los últimos lugares mi persona. 

Pasaron los meses (no tantos creo...) y me dí cuenta de que sola no iba a poder, alguien tenía que ocuparse de mí, el camino se estaba volviendo complicado...ahí fue que reaccioné y comprendí que yo misma era quien tenía que cuidarme. Suena medio autosuficiente y por eso lo explico mejor. 

Situación: marido con un tumor y todo lo que implica, 3 hijas chicas con sus respectivas vidas y actividades, hogar para ocuparse, comida para pensar, comprar y cocinar, emprendimiento laboral en su etapa inicial y con un lindo futuro...hasta gato para llevar al veterinario...y el día solo con 24hs.!!!!!

Entonces con ese panorama, comencé a nutrirme (si lo puedo llamar así) de mis amigas, familia y conocidos, a crear espacios propios que me generaran tanta energía que al fin y al cabo tenga para usar y el resto poder guardarla de reserva.

Soy una sola persona con un solo cuerpo y una sola alma, si no cuido de ambos se enferman, si se enferman por un lado no puedo ocuparme de todo y por otro me tienen que cuidar...ayudaaaaa!

Y así la autosuficiente,o sea yo, fue generando diferentes cuidadores para sí misma, o sea, para la cuidadora oficial!!
Clases de yoga, de canto, de danzaterapia, salidas con amigas cuando se pudiera y todo lo que me hiciera feliz y me llenara el alma. 

Junto a mi marido visitamos a la Virgen del Cerro en Salta, conocimos sacerdotes sanadores, aprendimos sanación pránica y alquimia, etc. donde además de rezar y pedir para la sanación pudimos aprender a transformar lo negativo en positivo, después ponerlo en la práctica no es tan fácil ¡ojo! 

Además, y muy importante, recurrí a esas personas (ángeles) que me contienen y alimentan el alma con sus palabras o simplemente sus abrazos.
Los abrazos son milagrosos, prueben abrazar a alguien 20 segundos y verán resultados maravillosos!!

En momentos tristes y sin fuerza donde necesitaba un fuerte y apretado abrazo pero no lo recibía lo solucionaba creándolo en mi imaginación..total ya aprendí que si le das una orden al cerebro aunque sea una fantasía éste reacciona como si pasara realmente!!! Ojo, solo puede usarse en caso de emergencia de cariño y no para todos los días, ahí es otro cantar!!

O sea, la cuidadora (yo) fue creando su muro de contención...mmm suena mejor que escriba que fue seleccionando sus bastones para el camino tan sinuoso e incierto. 
En épocas de hielo busco los bastones de esquí (qué top!) en verano serán las ramas llenas de hojas y en primavera ya no serán bastones sino las mariposas que me guían revoloteando a mi alrededor.

Entonces, la cuidadora ¿puede seguir haciendo todo sola? NO

La cuidadora ¿debería ser cuidada? SI

Si el acompañante no se cuida a si mismo con cuidadores externos puede crearse un pequeño y gran problema. Ahí terminará dependiendo de que los demás vean la situación y colaboren ¿ y que pasa si no ellos no logran ver que necesita fuerza extra?

Por suerte, los actores de reparto,no protagonistas directos pero si indispensables para esta historia, aparecen en el momento menos pensado y si el acompañante no se deja cuidar van a tener un trabajo duro!! A ellos les pido paciencia, perseverancia y un amor incondicional.

Pregunta fundamental: los que cuidamos, los acompañantes, los maridos o mujeres, padres o madres, hijos o hijas, o simplemente amigos ¿tenemos alguien que nos cuide?

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