jueves, 30 de marzo de 2017

La vida sigue

Durante el tratamiento del cáncer o de alguna otra enfermedad larga, la vida sigue. 
Lo quiero gritar al mundo: LA VIDA SIGUE... ¿será demasiado así? Nunca es demasiado...por lo menos con esta frase.
¿Y por qué tengo que aclarar con letra mayúscula algo tan obvio?? Porque hasta el último segundo la vida sigue.

A veces las personas cuando se enferman creen que todo terminó, que ya está y "bajan la persiana" pero, entonces ¿cómo tendría que llamar al resto de su vida si ya no es vida? 

Algunas charlas que he tenido con familiares de pacientes durante estos años en las cuales recuerdo los términos que usaron al preguntar por el enfermo: sobrevida (típico en las estadísticas que googleamos..) lucharla, remarla, aguantar, esperar a que termine el calvario, parirla, etc.
¡¡Qué trash!! ¿Cómo puede ser que un diagnóstico sea considerado una partida de defunción tanto por los pacientes como por sus acompañantes?

Por otro lado la enfermedad te replantea los diferentes momentos de tu vida, especialmente aquellas situaciones que no supiste aprovechar o valorar en tu pasado, aparece la pregunta típica: ¿si yo hubiera o hubiese hecho o no tal cosa..?. 

Además obviamente pensas demasiado o te enroscas con tu presente, de un día para otro tu HOY se modificó drásticamente (aunque sigas en el mismo trabajo, con la misma casa, la misma familia, etc.) ahora sólo vale lo que te cambió, no consideras que el resto sigue igual. 

Y tu futuro, bueno, ese si que ya lo defenestraste!! Esto reconozco que va a depender de si el paciente es muy planificador y futurista o si vive al día.
En general noto que al futuro, incierto por supuesto, ya se lo mira con otros ojos. 
Se te viene a la cabeza una mezcla de palabras: muerte (primera obvio!) ausencia en la familia, las estadísticas, etc., todo lo que gira alrededor de la muerte, pero...LA VIDA SIGUE!!! 
Para qué vas a estar pensando en cuando te vayas si tenes que pensar en que vas a estar acá y no en otro lado mientras vivas, mira que todavía hay mucho por hacer y será un curso intensivo de vivir lo que sea que dure...para la muerte mejor que la analices en el momento que llegue.

¿Por qué les hablo de vida cuando les están mostrando un pronóstico poco agradable (tiempo estimado de sobrevida por ejemplo)?
Es que...si la vida sigue, no digo igual ni mejor ni peor. Pero a la vida no te la quitan, sólo le están poniendo un agregado, la enfermedad. Y con respecto a las estadísticas, no les creas mucho, vos podes hacer con tu vida la excepción a la regla y no entrar en sus estudios probabilísticos.

Cualquier persona podría estar pensando en la muerte, de hecho seguro les pasa a más de los que nos imaginamos. 
No está mal tener el tema en la cabeza, es parte del ciclo de vida de los humanos y de todos los seres vivientes. Pero bastante cuesta pensar en nuestra vida y en la de los demás para agregar una preocupación más. 

¿Y si vivimos cada día como si fuera el último? 
Poder disfrutar, ser feliz y acostarnos por la noche con una sonrisa. Nadie sabe si al día siguiente estará vivo, por las dudas, mejor no dejar temas pendientes...

Conocí a una mujer que dormía con los labios pintados como si fuera a una fiesta, su razón era que si la encontraban muerta por la noche tenía que estar linda! Una genia!! No tenía miedo y sabía que en el momento menos esperado podía llegar y ella quería estar preparada. 

Sé que la probabilidad de que llegue la muerte en una persona sana es menor a que le llegue a una persona enferma. Pero sí creo que en ambos casos, hay que irse a dormir con una sonrisa y preparada para lo que toque esa noche.
A veces me acuesto y pienso en mi placard desordenado...jaja el día que tengan que sacar mis cosas porque me fui a otro mundo, no van a poder creer todo lo que guardo!! Debería dejarlo ordenado aunque sea por respeto a quienes metan mano después ¿no?

Volviendo a que la vida sigue, estaba pensando en un cuento sobre una persona que fue a un cementerio en un pueblo. Al observar las lápidas todas tenían escrito cantidad de años y días vividos y lo que  más le llamó la atención a este señor fue que habían sido pocos años de vida de los difuntos. Se acercó al cuidador y le preguntó si en ese pueblo había ocurrido alguna epidemia o desastre donde murieron tantos niños. El cuidador lo miró y le contestó que las lápidas tenían escrito la cantidad de tiempo que habían vivido "felices" y no el tiempo real de vida, o sea, había de todas las edades sólo que ellos decidieron escribir como memoria el tiempo de felicidad de cada uno. 
Yo le agregaría un dato, muchos de esos difuntos seguramente estuvieron enfermos en sus vidas y no sabemos si parte de sus días felices han sido dentro del período de su enfermedad...

La vida sigue aunque te den (a vos o a un familiar) el peor pronóstico. A partir de ese momento el trabajo del acompañante será fundamental, porque tendremos que ponernos en el lugar del otro y mostrarle el valor de su vida, la importancia de que sea lo más feliz posible. Y ¿cómo podremos hacerlo si el paciente está dolorido, desvastado, sin esperanzas, sin reconocerse a si mismo en el espejo?

Algunos consejos que he aplicado o simplemente creo que ayudan:

- respetar sus sentimientos y emociones aunque duelan.

- aprender juntos que la felicidad puede estar en las pequeñas cosas y si tiene alguna limitación física o mental, buscar ser feliz por otro camino, evitar las frustraciones.
Por ej. si antes se sentía pleno corriendo y ya no puede, aceptar que ese camino tiene un límite y buscar alternativas de plenitud. ¡¡Hay tantas opciones para sentirse feliz!!

- hacer enfoque en todo lo que podrá hacer el resto de su vida, en la importancia de su presencia en la familia y con los amigos. Seguramente tendrá mucho por enseñar y ayudar a los demás, que sepa que la/o necesitarán como esté, sin condiciones.

- conversar sobre su estado, que no se guarde nada feo dentro suyo. Si no hace terapia, hay que armarle una terapia artesanal en casa (jaja y si, el acompañante es un poco psicólogo...). En esas charlas será fundamental el trabajo en equipo, porque ambos deben estar en sincronía para poder juntos atravesar ese momento. A veces se invierten los roles y el paciente es el terapeuta del acompañante!

- buscar de hacer cosas nuevas, muchas personas terminan siendo grandes artistas al desarrollar su talento durante un tratamiento médico. Seguramente hay muchos talentos del paciente por descubrir, es el momento de encarar la búsqueda!

Y creo que lo más, más importante, es el amor que reciba quien tiene una enfermedad. Cualquier persona, con o sin enfermedad, quiere seguir viviendo si se siente feliz o por lo menos no se siente despreciado, abandonado o triste. Imagínense en este caso, con un cáncer o alguna otra enfermedad larga y a veces muy dolorosa, ¿cómo querrá seguir viviendo así si no recibe amor? ¿qué sentido le encontrará a su vida si en su estado no se siente querido?
Lamentablemente he visto en mi vida personas enfermas e ignoradas, su mirada no me la olvidaré jamás...

Acompañantes: mucho amor, mucho cariño, mucha alegría y ganas de vivir! Si sienten que no pueden entregarle todo o parte de eso a sus "cuidados" entonces busquen alguna ayuda para ustedes o de última otro acompañante que los reemplace.

Agradezco haberme cruzado con personas muy enfermas y felices a la vez. Me enseñaron tanto!! 
La vida sigue...entonces vive la vida y no la muerte!!

lunes, 27 de marzo de 2017

¿Para qué existe la enfermedad?

¿Por qué la oruga tiene que pasar por esa transformación para ser mariposa? ¿por qué Dios no creó dos animales distintos: una oruga y una mariposa? Hubiese sido más simple si cada uno nacía y moría en el mismo estado, con su misma vida sin transmutar ni nada!

Pero supongo que Él sabe lo que hizo al crear este planeta tan lindo para nosotros (y que maltratamos pobrecito...) y pensó en cada detalle.

Quizás las orugas nos enseñen más de lo que creemos, para muchos es un simple gusano al que llaman "gata peluda" y que te puede dejar una roncha si la tocas.
Para otros, al verlas se pueden imaginar la mariposa que vendrá en poco tiempo. 
Y para unos pocos locos como yo, las orugas nos muestran muchas cualidades: paciencia, perseverancia, conciencia, fuerza en su transformación, esperanza de pensar que en épocas de cambios viene algo mejor. Reconozco que a veces me genera cierto aburrimiento, pero por no conocer a fondo sus diversiones jaja.

Así pienso que una persona que transita un momento de cambio y de transformación, sea a través de una enfermedad propia o ajena, se parece tanto pero tanto a la oruga!!
No quiero decir que antes su vida podía ser aburrida, no lo analizo por ahí, pero que el cambio de estado nos trae tantas preguntas, tantos por qués...

Dios hace que la oruga pase por ese momento tan especial y me pregunto la razón de semejante "milagro", entonces, también me cuestiono lo mismo en una persona que transita una enfermedad y ni hablar si además la lucha por años. 
Esas preguntas son muy comunes entre nosotros. 
A todos quienes conocemos a un paciente sea familiar, amigo o conocido, nos merodea ese por qué, especialmente si es un cáncer.
Dudo que aparezca el planteo por una gripe o un acné...aunque seguro tenga también su respuesta...

El "por qué" una oruga deja de ser oruga no lo sabemos, sí conocemos el "para qué": para ser mariposa, obvio!

El por qué una persona se enferma tampoco lo sabemos, aunque existen muchas variables que ayudan a que esto pase. Y ¿el para qué? ¿lo conocemos? mmmmm

Durante el tratamiento y lo que dure la enfermedad, si tenemos los ojos y el corazón bien abiertos vamos a ir respondiendo esa pregunta de "para qué" vino esa enfermedad a nuestra vida.
Y quien sabe...quizás haga falta esa enfermedad para ir sanando de a poco algunas heridas emocionales que están bien profundas y si no fuera por ese estado ni siquiera las sacaríamos a la luz.

¿Tendremos la capacidad de percibir esas pequeñas sanaciones que vayan surgiendo en el camino? A veces pueden ser tan sutiles que si no estamos atentos no las logremos detectar. 

Y ¿cuál es el beneficio de sanar una herida mientras la persona con la enfermedad está sufriendo y la pasa mal con sus síntomas? 

Por un lado, creo que si esa persona logra sanar alguna emoción oculta por más pequeña que sea, estará ayudando a su cuerpo y a su sistema inmunológico al eliminar algo tóxico de su alma. Una menos!!

Por otro lado, podremos comprender mejor el "para qué" de esa enfermedad. 

Sí, ya sé, de qué me sirve el para qué si esa persona está sufriendo y su familia y amigos también...
Aunque sea no quedarán tantas preguntas para hacerle "al de arriba" cuando lo veamos (ojalá nos pase ¿no?) o por lo menos no viviremos en esta tierra con esas inquietudes. Seguramente tendremos varias dudas pendientes de responder, pero esas seguro que no. 

Si comprendemos el "para qué" pasan las enfermedades miraremos las situaciones desde otro enfoque más integral, y sabiendo ésto, seguro el sufrimiento disminuye bastante aunque no lo eliminará del todo... 

O.K. todo muy lindo pero ¿no sería mejor una vida sin sufrimientos y enfermedades? si lo pienso rápidamente contesto que sí, obvio!!

Pero también pienso que me encantan las mariposas y que no podría disfrutarlas si no fuera porque las orugas abandonan su estado, transmutan y gracias a eso se convierte en ese ser tan lindo que nos rodea por todos lados.

Las personas que viven un tratamiento médico intenso y muy sacrificado (incluyo a sus acompañantes) también transmutan, se transforman en otros seres. No digo que sean mejor o peor, sólo que diferentes. Con una sabiduría digna de valorar y que ojalá puedan enseñar y dejar de legado a los demás.
¿Será que Dios tuvo que permitir que aparezcan las enfermedades para que podamos transformar nuestras vidas?

No tengo las respuestas, pero, lo que seguro pasará con aquellos que cargan una enfermedad y sus familiares es que ya no serán los mismos...como las orugas. 

miércoles, 22 de marzo de 2017

Mensaje de un ángel

Andando por el camino de la enfermedad pasan tantas cosas...algunas son terribles, otras irrelevantes pero quiero resaltar aquellas que valen la pena contar, esas que nos dejan en nuestro corazón "algo" que no puedo describir con palabras. Pero ese "algo" trae escondido un aprendizaje que si logramos aprovecharlo, también te llenan el alma!!
En otro momento escribí sobre las personas que uno va conociendo y se cruzan por este nuevo camino, algunos de ellos considero son ángeles que vienen mandados por su JEFE para traernos ese "algo".

Hoy voy a escribir sobre un ángel desde el punto de vista de emisario, de mensajero (seguramente también fue un ángel en su vida, no lo sé, bonachón y con un enorme corazón seguro!).

Un día de verano me reencontré con una antigua amiga que hacía casi 19 años no veía físicamente pero por suerte existe la tecnología y nos hemos mantenido conectadas. En un almuerzo mucho no alcanza para tantos años de cuentos y emociones vividas y al final de la charla, casi corriendo para no demorar más, me comenta que un ex compañero de trabajo estaba viviendo un cáncer muy invasivo.
Pensando luego en el tren, llegué a la conclusión que nuestro encuentro luego de tantos años tenía una razón de ser muy fuerte que ambas no conocíamos. Si no nos hubiéramos encontrado seguramente yo no me enteraba sobre la salud del "Piojo".

Hace 20 años conocí a un gran hombre (bueno, joven en ese momento para ser sincera...) con el cual compartí no sólo los días laborables sino muchos momentos de amistad tanto con el grupo humano excelente con el que trabajaba como también en charlas que hemos tenido muy profundas y algunas hasta futboleras!.
Para hacerla corta, dejé de trabajar en esa empresa y nunca más lo vi ni supe nada de él. La vida nos alejó como lo hizo con la mayoría de esos compañeros de trabajo. Una pena! pero la vida también te da revanchas...

Luego del almuerzo natural y muy pero muy charlado con mi amiga añeja (no por su edad sino por la cantidad de años que nos conocíamos ehhhh) me quedó "algo" dando vueltas. Justo yo, en mi rol de acompañante de una persona también con una enfermedad, un cáncer más leve y controlado, no podía quedarme de brazos cruzados.
Entonces me animé y lo busqué en Facebook, lo encontré!!! Eso ya era un gran paso...y cómo seguir? No sabía si él lo usaba o no, si le molestaría que le escriba, no quería quedar como metida ni chusma. Bueno, todas esas cosas que hacen que uno no haga lo que siente realmente. Por suerte, como soy rebelde, no me importaron todas esas fantasías y le día para adelante.

Encontré que el "Piojo" no sólo me respondió sino que me estaba dando una lección de vida a través del teclado, pocas palabras pero que cargaban tantas de las otras palabras...esperanza, amor, agradecimiento, aceptación, lucha, coraje, cierta incertidumbre y seguramente muchas más emociones que no supe leer. Guauuuu, él con esa tremenda enfermedad me está diciendo todo eso!!! qué me queda a mí entonces? no debería quejarme de nada...un maestro enseñando su mejor lección de vida, dejando "algo" en los corazones de los demás.

Ayer se fue, partió a otro lugar donde no tengo dudas estará feliz y desde allá también mandará sus mensajes y enseñanzas a través de otros ángeles para que le lleguen a su familia, amigos y hasta ex compañeros de trabajo (aunque sea bostera también ¿¿¿no???).

Transcribo algunas de las frases que me envió y supongo que donde esté no le molestará que les muestre. Considero que son lecciones de vida o ese "algo" que puede dejar de legado en nuestros corazones:

"Es la que tocó y hay que ponerle todo para salir adelante".
"Es que hay tantas cosas que uno ya no sabe para dónde ir. Es muy difícil que te dejen la elección a vos y no venga la recomendación de los médicos"
"Es muy emocionante para mi ver la forma en que me acompaña mi mujer. Como si su vida pasó a ser todo para mí."

Mi moraleja con esta historia simple, real y muy reciente:

- Las personas que viven una enfermedad con actitud positiva se pueden convertir en maestros de vida, aunque la muerte esté tocando su puerta.

- La enfermedad puede hacer maravillas, si no fuera por el cáncer no me hubiera reencontrado con él y recibir su mensaje, su "algo". Es probable que le haya pasado lo mismo con otras personas queridas.

- Los acompañantes podemos dejar de lado los prejuicios e intentar acercarnos a quienes consideramos podremos ayudar aunque sea con unas líneas en Facebook, un mail, un llamado o simplemente una oración.

lunes, 13 de marzo de 2017

Transmutar los límites

El contexto donde vive una oruga suele ser limitado, por razones físicas ya conocidas no puede ir demasiado lejos. En un árbol, una planta o un matorral se instala y come todo lo que puede y tiene a su alrededor para subsistir.

Cuando la oruga transmuta a mariposa, su contexto se abre ilimitadamente o por lo menos eso creemos...y si tiene alas ¿no podría irse a recorrer el mundo? Ja! eso nos gustaría a muchos no? poder volar sin límites!

Pero su vuelo tiene un espacio finito, por varias razones: el clima, la fuerza de sus alas, los depredadores, el alimento que encuentre, etc. no es todo tan color de rosa como pensaba...ahhh no es infinita ni libre!

Entonces, ¿será que la oruga sí podía arrastrarse infinitamente? y no, tiene sus propias limitaciones que son diferentes a la mariposa. No es igual ni el alimento, ni el clima, ni siquiera los peligrosos depredadores que en este caso son más terrestres y en la mariposa son animales de aire (excepto mi gato que atrapa mariposas jeje).

Aquí aparece la relación entre una persona que lleva la enfermedad (y su acompañante) con las orugas y mariposas.

Ante un síntoma, un diagnóstico y un tratamiento la persona atraviesa el proceso de transmutación. Ya nada será igual, sépanlo!! Y en este caso, el contexto donde viva tampoco será igual aunque hagamos el intento por mantener la rutina.

Si la enfermedad le genera algún problema de movilidad ni hablar!! Pero ese sería como el límite obvio, a simple vista. Sí, por supuesto, que sólo para ellos y sus acompañantes..pero no tanto para el resto del mundo al que le falta prepararse para aquellos límites físicos.

Igualmente uno como acompañante tiene que aprender sobre esos límites para poder cuidar y proteger a quien cuidamos.
Creo que el mayor desafío es fuera del ambiente donde vive porque en tu casa la reacomodas para que pueda tener lo que necesita y listo. El tema es en la calle, en los medios de transporte, en la sociedad misma. Si antes corrías un colectivo para subir, ahora mientras acompañas deberás esperarlo con tiempo y paciencia a que llegue el que pueda subir cómodamente (acá son pocos lamentablemente).
Si viajas en avión ni hablar, pura escalera por todas partes y ni pensar en las escaleritas para subir en medio de la pista...ay ay, qué contexto complicado ese no?
El subte casi que no invita a usarlo si no podes subir y bajar escaleras...

Estamos en una sociedad para caminantes saludables, lamentablemente no está pensada para el resto!

Asique, acompañante...aprenderás métodos de mover a quien acompañas por la ciudad y por el mundo tan originales que te sorprenderás de vos mismo. Pero no decaigas, no es un trabajo tan grave. Lo importante es tener en claro la felicidad y el bienestar que le generas a quien ayudas para trasladarse... seguro mucho no importa que tengan que parar el reloj para ayudarlo a subir una escalera si eso le implica salir físicamente de su rutina!!

También existen los límites psicológicos y emocionales ¿o pensaban que esos se tratan con una terapia y listo? 
No no, esos estarán y el acompañante deberá conocerlos a la perfección para que el resto de la sociedad que no los ve, pueda colaborar y no lo perjudique a quien lo padece.,.uy ya me puse media complicada...

Trataré de ser más explicativa, más clara.

Es más fácil ayudar a una persona que no puede caminar que a otra que no puede escuchar malas noticias porque su psiquis no sabe qué hacer y le genera angustia. Si, existen esos problemas y muchos más dentro de los seres humanos. No se ven, casi no se habla de eso y sin embargo afecta no sólo a quienes tienen cáncer u otra enfermedad larga sino a cualquiera, hasta a los chicos más chiquitos.

Para los que cargan en su mochila la enfermedad, sentir una angustia o un enojo es peor que para una persona sana. No sé si es porque ya viene acumulando dentro suyo, o porque está más sensible que otros o porque se da cuenta que necesita vivir y escuchar cosas positivas y lindas para equilibrar su mente y su corazón.

Los acompañantes también tenemos ese límite emocional.
Como ejemplo les cuento, después de la cirugía de mi marido, mi "cuidado" y a quien acompaño como puedo, participé de un entierro de una persona joven. La verdad, no pude saludar a quien estaba acompañando porque no me salían las palabras (y eso que hablo mucho!) pero sinceramente sólo pude dar mi pésame con mi cuerpo físico.
Yo no soy la que está viviendo una enfermedad, pero sí soy la que acompaño y evidentemente la sensibilidad, las emociones, los sentimientos están movilizados y también limitados. Pero sólo los que nos conocen pueden ver y sentir lo que estamos viviendo, el resto de los seres humanos no, entonces qué difícil que a uno lo comprendan ¿no?

¿Ya relacionaron los límites de las mariposas con los de una persona que experimenta una enfermedad, sea propia o de un "cuidado"?

Vemos que las mariposas tienen sus límites como los pacientes y sus acompañantes entonces lo primero que pensamos es: la enfermedad me limita. Y si, claro que te limita a veces más y a veces menos.
Pero también hablé de los límites de una oruga, ¿se acuerdan? Entonces, las personas antes de estar enfermas también tienen sus límites y no pueden moverse infinitamente (aunque se crean que pueden hacer lo que quieran) porque la libertad de una persona termina donde comienza la libertad de otra. Ahhh, eso no lo tenemos en mente!

Conclusión: los límites físicos y emocionales existen en cualquier ser vivo. Quien está sano tendrá aquellos diferentes a los que viven las personas con una enfermedad. Tal cual, como los límites de las orugas y los de las mariposas!!! Bingo!!! Apareció la relación!

Les dejo mi frase célebre del día: La enfermedad no te limita sino que te modifica los limites que ya tenías...



jueves, 9 de marzo de 2017

Acompañar con la alimentación

Pensando en las orugas y las mariposas me dio curiosidad conocer sobre su alimentación. Más o menos uno se hace la idea, la oruga come hojas y las mariposas néctar. No es mucha ciencia darse cuenta no?

Todavía no había escrito mucho sobre la alimentación de una persona con una enfermedad porque es un tema muy complejo, aunque creo que es tan simple que lo complicamos!

¿Qué tiene que ver lo que comen las orugas y mariposas con una persona? Bueno, en este camino de relacionar la enfermedad con una transformación no me queda más remedio que analizarlo. Ya verán que sí hay relación!

Por lo poco que conozco, una oruga no come lo mismo que una mariposa. Pero ¿por qué? si al fin y al cabo es el mismo ser, no son dos seres vivos distintos. Ok, entonces dirán que son etapas, necesidades diferentes, etc. pero algo no me cierra.

Puedo ver que una oruga es totalmente diferente a una mariposa, aunque su esencia sea la misma.
Pero lo que no puedo ver es que una persona antes de la enfermedad sea totalmente diferente a si misma luego del diagnóstico. Sí, obvio que se transforma, cambia, nada es igual, etc etc pero su cuerpo no cambió, sigue con las mismas piernas, brazos, sistema digestivo y demás órganos excepto le hayan extirpado alguno.
Entonces...por qué debería comer diferente? mmm no, acá hay algo raro. No podemos comparar a la oruga y mariposa con una persona...

Pero, siempre hay un pero, en este caso como el ser humano es tan "original" mientras su cuerpo esté con salud, se alimenta de una forma y al tener una enfermedad resulta que puede cambiar su comida radicalmente (uy! como la oruga y la mariposa!).
No pasa con todas las personas, hay algunas que pueden ver un poco más allá y su salud la mantienen gracias a su buena alimentación. Lamentablemente en la sociedad que vivimos la mayoría se conforma con comer y pocas personas se alimentan.

Como no voy a entrar en un dilema universal sobre cómo y qué comemos, sólo me enfoco en la persona que carga en su mochila una enfermedad y resulta que andan diciendo por ahí la importancia de alimentarse bien.
Ahí sí encuentro la similitud con las mariposas, ¿se dan cuenta de que no sólo transforman su cuerpo sino también su alimentación? De comer hojas pasan a tomar néctar, comer frutas y quien sabe si algo más. Hasta empiezan a tomar agua!

Como acompañante uno debería tener muy en cuenta el tema alimentación. No es fácil, desde ya se los digo.

Les paso primero los beneficios y después las contras de entrar en este territorio:

Beneficios

- primero y principal controlar y hasta curar la enfermedad. Acá los médicos van a saltar contra mí!! Pero (siempre hay un pero) muchas personas han logrado ganar la batalla sólo con alimentos. Esto no quiere decir que sólo se necesita comer determinadas cosas para curarse, la medicina hace su gran aporte siempre que se use como corresponde.

- Controlar los síntomas y efectos secundarios de un tratamiento. Por ejemplo las náuseas en la quimioterapia. Se pueden evitar o disminuir al no comer determinadas comidas.

- Mejorar la alimentación de todo el grupo familiar, al informarse de los beneficios que trae el comer sano, de a poco uno puede hacer que los hijos, hermanos, padres prueben mejorar sus comidas.

- Prevenir futuras enfermedades, hay comidas tan tóxicas al cuerpo que si empezamos a evitarlas seguramente podremos mantener la salud por más tiempo.

- Conocer personas que saben del tema, realmente enriquecen con sus conocimientos y al compartir las recetas, tips o consejos culinarios se hace más fácil para el día a día.

Desventajas

- ser el "raro", aunque uno tenga su convicción de que está haciendo lo correcto en esta sociedad si queres comer sano sos diferente. Muchas veces hasta complicas un evento porque no saben qué ofrecerte. Solución: relajate, somos todos distintos y si estas seguro que es lo mejor para vos no te estreses con lo que digan.

- complicaciones para conseguir comida sana, orgánica y natural. Es más cara y no la venden en todas partes. Solución: si averiguas entonces encontras vendedores. Si no te da el bolsillo, es preferible comer una vez por semana un poco de pollo orgánico que dos o tres veces pollo lleno de hormonas. Ir midiendo un poco qué se come. Mejor pensar en que estas ahorrando remedios y médicos al invertir en comida sana.

- Tener que ver bien los lugares donde uno va a comer, si habrá algo sano o no. Solución: con preguntar no pasa nada y si hay sólo pizza, o comer antes o llevarte tu vianda.

Como acompañante proveedora de alimentos, es impresionante lo que uno va aprendiendo. Tanto en cantidad de productos sanos como en los lugares donde los podes comprar más baratos. Podría escribir un libro sobre esto...

Yo me pregunto, ¿por qué uno espera a que aparezca una enfermedad para pensar en alimentarse sanamente? Cric cric...sin respuesta de mi parte...

Van apareciendo cada vez más pastillas con chía, cúrcuma, espirulina, etc por algo será...mejor evitar tanta pastilla y pensemos directamente en comer lo que nos alimente. Aunque vayamos contra corriente.

Mi mensaje para los acompañantes: averiguen, pregunten, infórmense que vale la pena.
Es su tarea (dentro de las tantas que les toca) pero se darán cuenta que al fin y al cabo no somos orugas ni mariposas nosotros ni los que están enfermos. En nuestro caso, el cuerpo es el mismo y la alimentación debería ser la misma, con alguna pequeña modificación seguramente.

Informarse es quererse, somos lo que comemos y muchos eslogans más!! Que no quede en una frase, hay que ir a la acción.
Nosotros lo estamos experimentando (paciente y cuidadora) y está dando buenos resultados. Ánimo!!


lunes, 6 de marzo de 2017

El poder del miedo

Después de un tiempo (3 años...) en que una persona acompaña, cuida, mima y hasta a veces reta a quien vive la enfermedad, ya te crees que las sabes todas y que vas a tener controladas las situaciones que se puedan plantear.
Lamento informarles que en algún momento no vas a tener la "posta", vas a ser dominada por el miedo, la angustia, la tristeza o el cansancio. Y... si, esas emociones tienen un poder invisible muy potente aunque uno crea que no es para tanto.

Te puede saltar la ficha o con un gesto, palabra y pensamiento o mismo el cuerpo te pone en alerta roja.
Pero ¿cómo?¿no era que tenía todo controlado de taquito?
Si ya fue, si ya pasaron por el río de mi vida esas emociones y he logrado controlarlas.. Bueno, parece que no es taaaan así o por lo menos que hay que estar atentos a que aparezcan y tener la fortaleza para combatir ese poder negativo.

En mi propia experiencia me ha pasado, y supongo que le debe suceder a cada uno de los acompañantes en alguna u otra intensidad. Ese tiempo sin cronómetro en que el miedo se apoderó de mi ser fue suficiente para bajarme de un ondazo de mi postura segura, y, hasta cómoda de que tenía todo bajo control.

Lo he vivido poco por suerte y en diferentes situaciones.

Una vez, al ir a la consulta de la oncóloga y ver que su charla ya no era tan relajada, no porque haya empeorado la situación sino por su cautela...mmm eso si que me movió la estantería. El escuchar que el paso del tiempo es un signo para ser más detallista con los estudios...no estuvo bueno. Pero, por lo visto, no fue suficiente como para salir de mi estado zen y meterme de lleno en la realidad. El miedo no pudo conmigo ese día, mis emociones positivas le ganaron...

Después de varias semanas "el miedo" quiso jugarme una mala pasada. Con una super pero realmente super pavada, me agarró con las defensas distraídas...ja! qué cosa! uno no puede relajarse porque vienen de atrás y te dan con un palo (obviamente es figurativo, no vayan a creer que me atacaron físicamente!).
Un corte en la frente, ver que la sangre no se coagulaba, imaginarse llevando a tu querido enfermo para que un cirujano le cosa...ohhhhhh el miedo aprovechó y zas!! bajada de presión, revuelto en el estómago, sensación horrible de no poder pararme. Conclusión: mi cuidado tuvo que cuidarme!! qué loco! entre los dos no hacíamos uno! Cómo puede ser que el miedo haga estas cosas? con un simple corte..yo que mil veces tuve que llevar a mis hijas a la guardia de un sanatorio volando...

Evidentemente el miedo pudo más que la oncóloga con su descripción del tumor y su futuro crecimiento y bla bla. Claro, ahora me doy cuenta. La teoría no te paraliza, el miedo no tiene tanto poder ahí en ese preciso momento sobre uno (hay excepciones! muchos salen con la presión por el piso del consultorio...)
Se me viene a la cabeza cuando nace un bebe y el papá en la sala de partos se desmaya, pero ¿si ya sabía todo sobre cómo es un parto? Teoría, pura teoría. La práctica es la posta, ahí si que aparece el poder del miedo, de las angustias.

¿Sentirán las orugas ese miedo al hacerse mariposas? 
Es probable pero no creo que alguien lo haya investigado. 
En este caso tampoco nadie investiga sobre los miedos del acompañante...y menos del paciente! chan chan...qué temita! Te tiran el peor diagnóstico y no miden la presión arterial en ese momento de quien lo recibe...sólo si te llegaras a desmayar quizás te ponen azúcar bajo la lengua. No sé, no me pasó por suerte.

Entonces, ¿qué hacemos con el poder del miedo en un acompañante? En el paciente que se ocupe otro blog especializado en ellos!

Y, la verdad, no lo sé. Seguramente será cuestión de que ese miedo no gane las batallas muy seguido.

A mi me sirvió respirar en el momento, y luego, analizar la causa. Una vez que ya sabes que te descompensaste por un cortecito bobo pero en realidad fue tu miedo que apareció, listo. No des más vueltas al asunto, ya pasó. 
Ahora sabes que tenes miedo, el tema es que está controlado porque tus otras emociones te ayudan. 
En este caso, habrán estado tomando un cafecito mientras pasaba todo y no pudieron ganar esta batalla...pero atenti!! Mejor que esos "cafecitos"  sean en momentos fuera de peligro asique sepan que necesitamos de todas las emociones para luchar, no desaparezcan!!

Y a vos que te llaman "miedo" te digo algo: ¡¡no te tengo miedo!! valga la redundancia, dicho esto le saco poder y me voy a tomar un cafecito (o té verde ;-) con mis emociones agradables!! Chauuuu

viernes, 3 de marzo de 2017

La lluvia propia en la enfermedad

Después de una tormenta vuelve la calma, los pájaros y las mariposas van apareciendo entre las plantas para aprovechar las gotas de la lluvia que aun no se secaron. O sea, la lluvia les sirve como medio para hidratarse...entonces no es tan malo que llueva no? Y por qué en los días grises uno se pone melancólico y espera que se asome el sol si necesitamos del agua de lluvia para que los seres sobrevivamos (y vivamos)?

Hay algo que creo necesitaríamos hacer todos como ejercicio emocional: llorar. Así de simple, sin vueltas. Es como la lluvia: lava, purifica, elimina impurezas y arrastra emociones para otros lados.
Ojo, todavía no dije si necesitamos llorar de alegría, felicidad, pasión o de tristeza, angustia, rabia, etc....mmm me parece que mi propuesta abarca todos los niveles de emociones y sentimientos.

Entre paréntesis, ¿¿llorarán las mariposas??

Se preguntarán qué relación tiene esto con una enfermedad, bueno, yo le encuentro muchas coincidencias....

En el día a día surgen momentos lindos y otros que preferimos no vivirlos. Cada uno de los familiares y amigos está en su mundo, con su propia vida entre sus alegrías y tristezas. Pero acá, quien lleva la enfermedad, quien lo acompaña y quienes conviven con él (hijos, hermanos, padres) tienen en su hogar una nueva forma de vida, aunque a veces no lo parezca. Adaptarse a la enfermedad no quiere decir eliminarla de nuestro pensamiento y menos quiere decir que ya no afecta en la rutina.

Siguen con la incógnita de la relación entre la lluvia, el llanto y la enfermedad... paciencia que voy llegando!

¿Cuándo fue la última vez que lloramos?¿fue por alegría o por tristeza? y ¿cómo nos sentimos después? ufff, demasiadas preguntas ¿no? Se supone que tengo la posta, pero lamento desilusionarlos...no tengo la posta yo, o por lo menos todavía no me ha llegado.

Cuando aparecen síntomas de una enfermedad en general no lloras, podes preocuparte o no, pero como todavía no tenes idea de qué te pasa o qué le pasa al otro, las lágrimas están contenidas. Ejem, no fue mi caso...viendo el síntoma a través de la convulsión lloré como una loca, sí, así lo creían en la calle quienes se acercaban. jaja casi que me suben a mí a la ambulancia para atenderme! Evidentemente pude ver más allá del síntoma y se me planteó toda la situación en un segundo. Sin tener idea de que un querido tumor estaba en la cabeza de quien acompaño, el síntoma me mostró directamente la muerte. Qué horrible!! podría haber sido más considerado y mostrarme el tratamiento, la cirugía, o cualquier cosa que ayude a combatir la enfermedad. Debo ser yo más que el síntoma, demasiado drástica!
Bueno, ya hablé de ese día en otro post.

Pensando en las últimas veces que lloré, puedo decir con orgullo que algunas han sido de alegría. Quizás esas lágrimas no son tan abundantes como las de tristeza, pero más vale calidad que cantidad no?
Y ¿cómo se hace para llorar de alegría en medio de una enfermedad larga y terminal? No soy la experta, sólo puedo aportar mi granito de arena.

Por ejemplo, por la noche al saludar a tu compañero de aventuras (o de enfermedad..) si le agradeces un día más de vida, 24hs más de estar con vos, 1440 minutos de acompañarte en esta experiencia de vida (bueno es un decir, ojalá no estés los 1440 minutos pegada porque sería como mucho no?). Y al agradecer, podes hacerlo en forma positiva o negativa. Es como el vaso medio lleno de agua o medio vacío. Yo prefiero ver lo lleno, lo vivido hasta ese momento. Otros lo ven como medio vacío, miran ese hueco que falta, hacen cálculos de cuánto tiempo les gustaría estar juntos, de lo que vendrá. Creo que ese no es un buen camino, porque enfermo o no, nadie pero nadie sabe cuánto va a vivir. Y por qué vas a pensar en morir si estas viviendo? Entonces, llorá de felicidad por ese vaso medio lleno, por lo que vivís en ese momento. No gastes lágrimas de angustias por que sí, esas ahora no te van a ayudar y las vas a necesitar en el futuro cuando corresponda.

Entonces, la lluvia limpia la naturaleza, el entorno. Las lágrimas limpian emociones, el interno de uno mismo. mmm todavía no queda muy claro ¿no?

Si digo que las lágrimas de felicidad son positivas suena medio raro que limpie algo. Pero sí, esas lágrimas limpian impurezas, sensaciones y emociones negativas y si no me creen hagan el ejercicio. Busquen algo lindo por qué llorar, saquen sus lágrimas y verán que si tenían dentro suyo algo que les molestaba, seguramente o no está, o se achicó.

Y faltan todavía las lágrimas de tristeza, de angustias y rabias. Bueno, esas justamente sirven para sacarlas de adentro, para eliminar esas emociones y vaciarse de cosas que no nos hacen bien dejando el espacio para otras emociones más interesantes y productivas.

En el camino de la enfermedad (y de la vida en general) necesitamos de nuestras lágrimas, no sequemos los lagrimales porque es una herramienta muy útil para lograr cierto equilibrio emocional.

Se puede llorar de felicidad en medio de una terrible enfermedad, siiii, yo lo he hecho y conozco otras personas que les pasó lo mismo.
También es normal y necesario llorar de tristeza en una enfermedad. Tratemos de no pasarnos porque se nos va a lavar demasiado el espíritu propio y el ajeno...que sea sólo lo imprescindible.

Un último consejo, que el llanto sea compartido y no solitario. Ese sería como el sumun de la cuestión. Y si lloramos con quien acompañamos puede ser una ayuda mutua mientras no sea un llanto constante, y si lo es, ¡que sea de felicidad!

Yo le digo a mi querido paciente: gracias por estar a mi lado hasta este momento. Te mando lágrimas de agradecimiento por eso.