miércoles, 25 de octubre de 2017

Tips para una visita al médico productiva


Desde el momento en que el médico transmite el diagnóstico a su paciente comienza una relación especial entre ambos. 
El profesional se enfocará en tratar la enfermedad y el paciente iniciará una dependencia con éste a nivel médico y emocional. Es importante que los diálogos en las consultas sean lo más productivos posible y resulten una contención emocional para quien lleva la enfermedad en su cuerpo.

La mayoría de los profesionales debe cumplir con la atención de un listado largo de pacientes diariamente, por lo tanto, se les dificulta realizar una consulta más humanizada y con una mirada integral hacia quien está sentado enfrente suyo.

En este caso, es fundamental que la persona que entra a la consulta médica logre los siguientes items:

- ir acompañado por quien será su cuidador y si no es posible, alguna persona con criterio y objetividad. Es muy necesario que el paciente no acuda a la consulta en solitario, podría bloquearse emocionalmente en la misma, olvidarse sus dudas, entender mal al médico, y varios inconveniente más. Cuatro oídos escuchan más que dos!!
Pero a veces los acompañantes pueden ser un tanto prepotentes, subjetivos o podrían también enmudecer a raíz de sus emociones, por lo tanto, el paciente debe imponerse en aceptar o no esa compañía en la consulta y si no está en condiciones de dar su opinión, el resto de la familia podría decidir quien es más apto para ocupar ese puesto.

- tener un conocimiento previo de su diagnóstico y del tratamiento. A mayor información sobre su propia enfermedad logrará aprovechar mas tiempo para sacarse las dudas sobre otros temas. Por ej. al conocer los efectos secundarios posibles de una medicación podrá directamente preguntar sobre su propia experiencia y se evita que el doctor comience a enumerar la lista de consecuencias que afectan al resto de los pacientes. Ir a lo importante: la vivencia de este paciente y no del resto.

- que el paciente o su acompañante hayan escrito en un papel todas las dudas, comentarios, vivencias, sentimientos, etc. que le haya surgido desde la última consulta. Este punto es fundamental para el profesional, ellos no lo aconsejan explícitamente pero al recibir la información la agradecen. El médico necesita conocer hasta los últimos detalles que su paciente considere relevantes para el tratamiento. Por ej. si estuvo con náuseas, si le salió un zarpullido, si sintió dolor en alguna parte del cuerpo, etc. todos estos síntomas podrían ser avisos de alguna complicación que al darse a conocer a tiempo puede ser tratada y curada.

- estar preparado emocionalmente para escuchar la información del médico, que puede ser positiva, negativa o irrelevante. En todos los casos lo ideal sería dormir bien la noche anterior a la consulta, comenzar ese día con una mirada positiva y en paz. Las buenas noticias serán bienvenidas y las no tan buenas se tomarán desde una perspectiva más optimista.

- tener la convicción de que el profesional es quien propone un tratamiento y el que decide es el propio paciente, siempre que esté con sus facultades mentales y físicas aptas para hacerlo por supuesto. Si una persona comienza un tratamiento contra su voluntad va a ser más difícil obtener un resultado positivo, sin voluntad se complica el objetivo final que es el bienestar del paciente.

- La actitud debe ser positiva, proactiva y con ganas de colaborar tanto en la consulta médica como en el tratamiento en general. Cuando el paciente entra al consultorio el médico siente su actitud, predisposición y como va a encarar el resto de la enfermedad. Si el paciente quiere vivir y estar bien, se ve a simple vista. Hay profesionales que le dan importancia a este item, pero otros no tanto y así tendrán más complicado el camino a seguir.

Una vez que terminó la consulta, el paciente y su acompañante deberían salir de la misma con:

- Dudas resueltas o con las herramientas para obtener las respuestas. Por ej. que el médico les haya dado el dato de un grupo de pacientes con el mismo diagnóstico para que se comuniquen y compartan las mismas experiencias. A veces algunos tips son muy útiles pero no se conocen tan fácilmente, en esos grupos se intercambian consejos.

- la confianza y tranquilidad de que lo que el médico dijo y propuso es lo mejor para el paciente, para "ese" paciente. En caso de salir con dudas o desconfianzas entonces mejor hacer una interconsulta.

- el contacto del profesional u otra persona especializada en el tema al cual acudir en caso de algún inconveniente o duda. Algunos médicos no dan sus teléfonos celulares ni mails a sus pacientes y es entendible, no aceptable. El paciente debería tener un contacto de emergencia para comunicarse las 24hs y utilizarlo correctamente.

Si al salir de la consulta médica la información es abundante pero la predisposición de quien lleva la enfermedad es negativa, entonces no va a sumar mucho al tratamiento y hasta puede ser contraproducente.

Cada paciente necesitará informarse en mayor o menor medida, pero la actitud que asuma será clave aunque conozca técnicamente su problema. O sea, siendo positivos el tratamiento para estar mejor se multiplicará!!

miércoles, 18 de octubre de 2017

Papá, yo te ayudo!

Según la Real Academia Española (RAE) el significado de la palabra AYUDAR es: Hacer un esfuerzoponer los medios para el logro de algo.

Hace poco escuché decir a una de mis hijas: Papá, yo te ayudo. 
Sólo cuatro palabras y una inmensidad de significados!! Es muy difícil que la RAE pueda sintetizar lo que incluye la palabra AYUDAR.

Me quedé pensando en que esa frase yo la escuché muchas veces en estos casi 4 años que llevamos con la enfermedad en nuestra familia. Pero, creo que la oí y no la escuché...gran diferencia! 
Nos acostumbramos tanto a decirla las 4 mujeres que rodean a nuestro rey que al final quedó naturalizada y, confieso, me alegro de que así sea. Estaría bueno que no se pierda en la cantidad de palabras que usamos por día (especialmente las mujeres ja!) porque es una frase tan pero tan linda!!
A raíz del "papá, yo te ayudo" comenzaron a brotar muchos "mamá, yo te ayudo" "amiga o amigo, yo te ayudo" y hasta "no te conozco pero te ayudo"... cómo no emocionarse con esas palabras si generan una cadena de ayuda infinita.

Escribo siempre sobre el "amor incondicional" como la base de todo acompañante de una persona con una enfermedad, pero noto que podría cambiar de vez en cuando ese dúo de palabras por "ayuda incondicional" ¿no les parece? 
El amor incluye entrega y en esa entrega tenemos incluida la ayuda. 
A ver, no es nada complicado lo que trato de analizar, es más, parece obvio pero lamentablemente esas obviedades son las que no registramos cada día al dejar que esas frases tan especialmente amorosas se pierdan en las miles de palabras que escuchamos.

Cuando veo a nuestras hijas ayudar a su papá noto que a veces se esfuerzan en cuerpo y alma, y, a pesar de ponerme caras de miedo a no poder (jaja esas que él no ve) se sienten felices de hacerlo. Es la felicidad de entrega, de amor incondicional o simplemente de ayudar al otro. 
Es una buena enseñanza que nos dan nuestras hijas ante una situación que para nosotros puede ser angustiante, nos puede entristecer o preocupar. Ellas al ver a su papá tropezar, se ponen firmes y sacan fuerzas que quizá no tienen para ayudarlo a levantarse. Hemos tenido tantos momentos de ayuda, en escaleras, entrando al mar, caminando por la arena, etc etc. y nosotros los naturalizamos. 

Gracias a Dios y al propio interesado de su cuerpo, con el tiempo la ayuda física ha ido disminuyendo. Pero queda la ayuda emocional, esa que todos deberíamos practicarla sin tener una enfermedad en el medio. Creo que esa frase "papá, yo te ayudo" implica algo más que una ayuda física, nos deja una gran enseñanza para los adultos. Los chicos son sabios, ellos pueden ayudarnos más de lo que nos imaginamos. Abramos nuestros oídos para escucharlos y nuestros corazones para recibir su ayuda, que no sea sólo "hijo, te ayudo" porque es muy importante tanto dar como recibir ayuda a cualquier edad!


jueves, 5 de octubre de 2017

Campaña: "EL CAMINO INCONDICIONAL"

La campaña "El camino incondicional" es una invitación para quienes acompañan y cuidan a personas con enfermedades graves (familiares o amigos) a compartir brevemente sus propias experiencias. 
El objetivo es generar una red de acompañantes en la cual uno se pueda enriquecer con el aprendizaje del otro que también pasó, o está pasando, por el camino de la enfermedad de un ser querido.

Los acompañantes que quieran compartir su experiencia pueden enviarme un mail a elcaminoincondicional@gmail.com con la siguiente información:

Asunto: Campaña EL CAMINO INCONDICIONAL 

  1. Breve reseña (a quien acompaña o acompañó, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad) 
  2. Aprendizajes en el proceso
  3. Consejos para otros acompañantes

Foto del acompañante y/o paciente (optativo). 
Nombre del acompañante (optativo).


La información recibida será tratada con el respeto y la seriedad que corresponde y con la cual escribo este blog desde el inicio.


Paso a ser la primera en compartir mi experiencia:

Mi nombre es Daya y acompaño a mi marido en este camino de la enfermedad. Hace más de 3 años le detectaron un tumor en el cerebro al cual extrajeron la mayor cantidad posible con una cirugía. Luego tuvo que hacer radioterapia y quimioterapia. En el día de hoy lo que queda del tumor está "dormido".

En el transcurso de estos años he aprendido muchísimas cosas, entre ellas que el amor incondicional es fundamental para acompañar y cuidar a quien tenemos al lado. 
También aprendí a vivir el día de hoy con más intensidad y agradeciendo a Dios cada segundo que me regala de vida junto a mi familia.

Consejos tengo varios para compartir, pero el mayor de todos sería no perder de vista el amor hacia quien cuidamos y hacia Dios (si somos creyentes) ya que en momentos de debilidad y angustia es lo que nos va a sostener para seguir.
La actitud es importante, la enfermedad se vive diferente en la familia dependiendo de si somos positivos o negativos, tenemos la opción de elegir. 
Nosotros decidimos caminar este camino lo mejor posible, aunque a veces nos cueste!