miércoles, 22 de marzo de 2017

Mensaje de un ángel

Andando por el camino de la enfermedad pasan tantas cosas...algunas son terribles, otras irrelevantes pero quiero resaltar aquellas que valen la pena contar, esas que nos dejan en nuestro corazón "algo" que no puedo describir con palabras. Pero ese "algo" trae escondido un aprendizaje que si logramos aprovecharlo, también te llenan el alma!!
En otro momento escribí sobre las personas que uno va conociendo y se cruzan por este nuevo camino, algunos de ellos considero son ángeles que vienen mandados por su JEFE para traernos ese "algo".

Hoy voy a escribir sobre un ángel desde el punto de vista de emisario, de mensajero (seguramente también fue un ángel en su vida, no lo sé, bonachón y con un enorme corazón seguro!).

Un día de verano me reencontré con una antigua amiga que hacía casi 19 años no veía físicamente pero por suerte existe la tecnología y nos hemos mantenido conectadas. En un almuerzo mucho no alcanza para tantos años de cuentos y emociones vividas y al final de la charla, casi corriendo para no demorar más, me comenta que un ex compañero de trabajo estaba viviendo un cáncer muy invasivo.
Pensando luego en el tren, llegué a la conclusión que nuestro encuentro luego de tantos años tenía una razón de ser muy fuerte que ambas no conocíamos. Si no nos hubiéramos encontrado seguramente yo no me enteraba sobre la salud del "Piojo".

Hace 20 años conocí a un gran hombre (bueno, joven en ese momento para ser sincera...) con el cual compartí no sólo los días laborables sino muchos momentos de amistad tanto con el grupo humano excelente con el que trabajaba como también en charlas que hemos tenido muy profundas y algunas hasta futboleras!.
Para hacerla corta, dejé de trabajar en esa empresa y nunca más lo vi ni supe nada de él. La vida nos alejó como lo hizo con la mayoría de esos compañeros de trabajo. Una pena! pero la vida también te da revanchas...

Luego del almuerzo natural y muy pero muy charlado con mi amiga añeja (no por su edad sino por la cantidad de años que nos conocíamos ehhhh) me quedó "algo" dando vueltas. Justo yo, en mi rol de acompañante de una persona también con una enfermedad, un cáncer más leve y controlado, no podía quedarme de brazos cruzados.
Entonces me animé y lo busqué en Facebook, lo encontré!!! Eso ya era un gran paso...y cómo seguir? No sabía si él lo usaba o no, si le molestaría que le escriba, no quería quedar como metida ni chusma. Bueno, todas esas cosas que hacen que uno no haga lo que siente realmente. Por suerte, como soy rebelde, no me importaron todas esas fantasías y le día para adelante.

Encontré que el "Piojo" no sólo me respondió sino que me estaba dando una lección de vida a través del teclado, pocas palabras pero que cargaban tantas de las otras palabras...esperanza, amor, agradecimiento, aceptación, lucha, coraje, cierta incertidumbre y seguramente muchas más emociones que no supe leer. Guauuuu, él con esa tremenda enfermedad me está diciendo todo eso!!! qué me queda a mí entonces? no debería quejarme de nada...un maestro enseñando su mejor lección de vida, dejando "algo" en los corazones de los demás.

Ayer se fue, partió a otro lugar donde no tengo dudas estará feliz y desde allá también mandará sus mensajes y enseñanzas a través de otros ángeles para que le lleguen a su familia, amigos y hasta ex compañeros de trabajo (aunque sea bostera también ¿¿¿no???).

Transcribo algunas de las frases que me envió y supongo que donde esté no le molestará que les muestre. Considero que son lecciones de vida o ese "algo" que puede dejar de legado en nuestros corazones:

"Es la que tocó y hay que ponerle todo para salir adelante".
"Es que hay tantas cosas que uno ya no sabe para dónde ir. Es muy difícil que te dejen la elección a vos y no venga la recomendación de los médicos"
"Es muy emocionante para mi ver la forma en que me acompaña mi mujer. Como si su vida pasó a ser todo para mí."

Mi moraleja con esta historia simple, real y muy reciente:

- Las personas que viven una enfermedad con actitud positiva se pueden convertir en maestros de vida, aunque la muerte esté tocando su puerta.

- La enfermedad puede hacer maravillas, si no fuera por el cáncer no me hubiera reencontrado con él y recibir su mensaje, su "algo". Es probable que le haya pasado lo mismo con otras personas queridas.

- Los acompañantes podemos dejar de lado los prejuicios e intentar acercarnos a quienes consideramos podremos ayudar aunque sea con unas líneas en Facebook, un mail, un llamado o simplemente una oración.

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