miércoles, 14 de septiembre de 2016

Caminemos con una sonrisa

Llega el diagnóstico médico, pasamos por todas las etapas que suelen aparecer...desde el shock, el miedo, la incertidumbre, la calma, el optimismo, la confianza, soltamos y terminamos agradeciendo cada día que pasa. Va a ser difícil resumir tantas emociones y sentimientos....especialmente porque pueden o no coincidir entre la persona con la enfermedad y su acompañante incondicional.

En nuestro caso hubo cierto equilibrio emocional, quizás yo comprendí antes qué tipo de enfermedad había aparecido en su cabeza pero creo que gracias a su falta de aceptación inicial pudo prepararse para lo que le iba a tocar vivir. Con lo cual no juzguemos las emociones de cada uno, a veces una negación termina siendo una gran herramienta para poder transitar un camino aunque creo no debería ser eterna, sólo en el momento justo y necesario.

Ahora, ¿cómo hacerle frente a un dolor, una imposibilidad física o psíquica?
Como ya lo escribí antes, solos no podemos. Eso debería ser un eslogan de cada hospital y sanatorio, de cada médico y enfermera.  Además de acompañarnos los familiares, amigos y nuestro Dios, tenemos una ayuda extra plus: la sonrisa. Sí, así de pequeña pero inmensa!

El camino a veces se hace largo, difícil, nos quedamos a la mitad sin fuerzas, pero si en todos esos momentos lográsemos mantener una sonrisa, por pequeña que sea, ayudaríamos mucho en la cura de cada síntoma de la enfermedad. Quizás sólo sea sentirse mejor y no lograr una salud física óptima, pero puedo asegurarles que la salud del alma va a estar impecable.

A lo largo de estos años pude ver varias personas con enfermedades desde las más leves a las más complicadas. He visto personas ahogándose en un vaso de agua, y otras nadando en un océano como si estuvieran jugando con un delfín. Cómo somos los humanos, ante una misma experiencia podemos ser los más miserables o los más felices del mundo!! 

Yo intenté ,y lo sigo haciendo, vivir cada día con la mejor sonrisa que pueda en ese momento. A veces forzada, otras una simple mueca y por suerte también hay de las enormes. Pero se hace muy complicado cuando recibís resultados de análisis donde falta de todo y sobra lo que no necesitas, y peor si quien te da el resultado es un médico que está tan concentrado en curarte que no mira la persona que tiene delante, con cuerpo pero también con alma...

Tema aparte son los médicos, seres que aún no pude comprender, pero que se ponen una coraza tan gruesa para hacer su trabajo que me es muy difícil de atravesar. Igualmente sé que su corazón está, y hacia él sigo tratando de llegar caminando con una sonrisa, mi mejor amiga!

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