jueves, 15 de septiembre de 2016

Enfermedad sin nombre...

Luego del "alerta convultivo" o convulsión, pudimos convencer a un gran amigo y médico de que algo no estaba bien. Supongo que fue mi instinto femenino que me alertó del peligro y, la verdad, no estaba tranquila. Una simple resonancia, aunque muy molesta y ruidosa, nos dio la noticia de un "quiste". 

¿Qué será un quiste? lo primero que uno piensa es en una bolita de grasa, algo fácil de sacar. Pero la imagen nos empezó a decir (sí las imágenes dicen cosas) que su ubicación no era tan simple, que no iba a ser fácil de operar, etc. etc..mientras la palabra quiste seguía dando vueltas y con esa palabra nadie se asusta, no se transforman los ojos al escucharla, ja, qué increíble el poder de las palabras, aunque me seguía revolviendo la panza...

Mientras íbamos avanzando por este nuevo camino lleno de médicos recomendados, de historias escuchadas, de consejos varios, el famoso quiste (o poroto como lo nombró su portador) fue tomando vida... y luego de mucho preguntar a los conocedores del tema, o sea médicos, la palabra se fue transformando en tumor. Ahhhh, esa ya no gusta, da miedo, suena fea, da escalofríos!!

Por supuesto que como soy muy preguntona, curiosa y realista, a cada médico le hice un cuestionario de la A a la Z. No me iba a levantar de la silla sin sacarme las dudas, no iba a permitir quedarme con la incertidumbre, con las palabras frías y cortas que nos entregan dentro del consultorio ¿o si? Seguramente soy de las pocas que quieren saber TODO, las probabilidades estudiadas y las que no también! Todas las estadísticas publicadas, y las que no también!! 

Varias cosas me han inquietado desde el comienzo de esta historia y por lo visto me seguirán dando vueltas. Entre ellas la que quiero resaltar es el nombre mismo, correcto, formal y tantas otras características que puedo decir de la enfermedad en sí, del famoso poroto, quiste o tumor. 

Desde chica cuando alguien decía "la palabra" significaba una condena de muerte. En general se susurraba, no se hablaba muy alto no vaya a ser que sea contagiosa! Pero eso pasó hace mucho tiempo, bueno tampoco tanto, y sin embargo es el día de hoy que tiene casi el mismo significado en muchas personas. 
Si pensamos en cómo avanzó la medicina tradicional y la alternativa también, no se puede creer que sólo signifique muerte cuando muchas veces es, por suerte, una oportunidad para transformar nuestra vida. Cuando hablamos de enfermedad terminal...mmmm debe ser "esa" palabra, cuando hablamos de quimio y radioterapia mmmm ya sabemos que es "esa" palabra pero es innombrable...y ojo con decirla a los niños o a personas muy sensibles!!! Ahhh eso ya sería el desastre total. Qué increíble, desde que leyeron el título de este post que ustedes saben de qué hablo y les empezó a hacer ruido el estómago, quizás hasta les dio miedo leerla...

Señoras y señores, niñas y niños, adolescentes todos, sepan que la palabra CANCER no es condena de muerte, no es pensar en el velorio, no es cerrar cuentas antes de irse! Simplemente es una enfermedad que aparece en una persona, y por ende su familia y amigos, para transformar. Así como la oruga sufre (¿o no?) en el cambio de estado acá se trata de un camino nuevo a seguir que tiene un sólo nombre! Y como dije, no es el final de un camino sino uno nuevo con angustias, tristezas, dolores pero también con alegrías, agradecimientos, cariños varios. 

Basta de susurros, basta de esconder esas letras porque eso no la hará más llevadera, no la va a curar ni aliviar. Quien camina por esa enfermedad debe estar orgulloso de esa caminata (y quienes acompañamos más todavía!) asique agrandemos nuestros corazones con mucho aire fresco y renovado, y animémonos a nombrarla. 
¿Qué si es fácil? noooo, nunca lo dije, no es fácil para nada pero aunque sea hagamos el ejercicio interno de nombrarla para nosotros mismos. Una vez que ya sea familiar y que le perdamos el miedo podremos decirla para afuera, para nuestros padres e hijos, maridos o mujeres. Ufff qué alivio es decirla, cuánta carga tiene adentro con sus pocas letras!

Logremos ponerle su nombre para que sea una piedra que menos en la mochila pesada (o pesadísima) que estamos cargando por el camino de la enfermedad.
Esa mochila me parece que da para otro post...por ahora me digo a mi misma C-A-N-C-E-R y resulta que hasta me es difícil leerla ohhhh.
Tendría que escribirla más seguido y así sería más amigable o no...depende de cada uno! 


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