lunes, 30 de enero de 2017

Vacaciones

Después de cruzarme con tantas mariposas (será que ahora les presto más atención o que realmente me rodean para no dejarme sola??) puedo ir analizando su corta vida. 
Un tema interesante que me viene a la cabeza es la cantidad y variedad de mariposas que existen y con esa diversidad también pienso que vuelan en diferentes hábitats, en climas y ambientes de todo tipo y color. 
Creo que cada una con lo que le toca vivir debería ser feliz aunque vuele en un basural (qué genias esas que aletean sobre la basura y además son felices...para pensarlo no?).

Esta introducción de la felicidad en los diferentes ambientes donde vuelan las mariposas la hice porque en realidad estaba relacionándolo con las vacaciones. Me dirán pero ¿qué tiene que ver? 

Estamos en época de vacaciones de verano, cada familia organiza su "escapada" como o donde puede. 

Algunos simplemente se "escapan" de la locura de la ciudad y vuelan después de su horario de trabajo para ir frente a un río o en una plaza y disfrutar de estos espacios de los que sólo pensamos cuando no podemos viajar más lejos.

También están los que se "escapan" después de la oficina y se meten en su aire acondicionado (seguramente si tuvieran un sillón dentro del aparato dormirían ahí) frente a una tele para no usar su cerebro, o mejor dicho, usarlo sin darse cuenta de lo que entra por su vista y oído.

Otros tachan los días en el calendario para que llegue el fin de semana y aprovechar cada segundo sin tener tiempo casi ni para respirar y el lunes llegan agotados a trabajar.

Están los que tienen la suerte de irse, pocos o muchos días, pero logran alejarse físicamente de su casa y trabajo. Espero valoren esa suerte, porque hasta que uno no puede hacerlo no se da cuenta de lo valioso que es el poder hacer un bolso y manejar kilómetros sin horarios.

Ustedes seguirán sin darse cuenta de qué tiene que ver el vuelo de la mariposa con las vacaciones ¿no? mmm puede ser que alguno ya más o menos tenga una idea...

Cuando hay una persona con una enfermedad, sea leve o no tanto, las vacaciones no son tan fáciles de vivir y disfrutar. 
Para empezar, la organización de las mismas...suspiro de pensarlo!! Dónde ir, cuánto tiempo, el clima que podrá ser agradable para el paciente, el medio de transporte, las comodidades del hotel o lugar donde dormir, donde comprar la comida adecuada y hasta hay que pensar tener una farmacia y hospital cerca...uffffff demasiado ¿no? 

Una vez estudiadas todas las variables de estas vacaciones, queda lo más importante...que la persona enferma se sienta apta para viajar!!! jaja me parece que ese sería el primer paso para organizar un viaje!! 
Por supuesto que va a depender de su estado físico (el anímico lo solucionamos enseguida, vamos si o sí y listo! no damos opciones de elegir) pero cuidado con el cuerpo, que es su templo y no podemos empeorarlo, ya bastante con lo que tiene encima. En ese caso son los médicos los que tienen casi el poder de decisión, casi porque a veces hay que analizar costo-beneficio.
Pensando en el paciente ¿le hará bien viajar? ¿volverá mejor sea física o emocionalmente? A veces los médicos no miden ésto, pero por suerte algunos sí. Ellos saben que cualquier persona mejora su sistema inmunológico siendo feliz y pasando un buen rato, por lo tanto, al preguntarles sobre un viaje recordemos: costo-beneficio.
Cuando ya tenemos los bolsos armados, empieza el viaje. No será como cualquier familia que se va a vivir el día a día sin ninguna obligación más que el pasarla bien. No!! Sepamos que nuestro rol de acompañante también viaja y es muy importante que así sea. De última nos organizamos para más adelante unas "vacaciones de las vacaciones" sin acompañar más que uno mismo y listo.

Un viaje con una persona a la  que cuidamos implica estar con los 5 sentidos bien despiertos y más todavía si viajan hijos, hermanos y hasta mascotas! Es una gran responsabilidad pero también un gran placer cada segundo que se vive. Si uno hace una parada en la caminata, respira y mira a su alrededor puede apreciar a su lado la felicidad y el disfrute de quien está luchando por vivir cada día, y a su vez el resto de la familia también está contenta de poder compartir ese instante junto a quien carga la mochila (no porque sea mochilero justamente sino por la mochila de la enfermedad..).
En fin, una sumatoria de lindas emociones que quedan grabados en el corazón de cada integrante de ese grupo.

Si no pueden irse de vacaciones muy lejos, llevarlos a un parque o a la costa de un río o también a ver un espectáculo, etc. también es un placer que genera endorfinas y aumenta las defensas para el paciente y por otro lado los cuidadores renovamos la energía (muy necesaria!)

Acompañar en las vacaciones también es intentar cambiar la rutina aprovechando el buen clima, sacarlo de la cama o el sillón (si se puede obvio!) y armar la logística para que la naturaleza haga su trabajo y llene el espíritu de flores o de inmensos atardeceres!
Es muy triste ver a una persona enferma que no tiene un acompañante o el que tiene está más enfermo que ella misma...tendríamos que hacer una universidad que enseñe a ser acompañante!! Hay espacios donde aprendes sobre cuidados paliativos, ojalá incluyan todo lo que vengo escribiendo y mucho más todavía!

Volviendo a las vacaciones y a la relación con el vuelo de las mariposas en diferentes ámbitos, ya supongo que muchos habrán hecho el paralelismo...

Si una mariposa es feliz volando por la playa o volando sobre un basural, tendremos que pensar qué es más importante: si el lugar donde vuela o si es feliz... chan chan chan...obviamente es más difícil estar bien en un lugar desagradable...admiro a esas mariposas y ojalá pueda imitarlas...igual preferiría un lindo ambiente para volar!! 

Es un ejemplo extremo, pero lo interesante de todo esto es que en vacaciones podemos pasarla bien sea volando en la playa, volando en la montaña, volando en una plaza o simplemente volando con la imaginación porque no podemos movernos de un hospital. Creo que es muy beneficioso por un lado el volar, no quedarse quieto esperando que venga el milagro, el médico o simplemente nos vengan a buscar para ya irnos a otro plano mejor. Y por el otro lado, pasarla bien y generar pequeños momentos de felicidad que a veces se hacen enormes. No importa si es en la montaña o en el sillón de tu casa.

Es difícil de explicar que uno puede tener "vacaciones" siendo acompañante tanto en un lugar de veraneo como en un hospital. Hasta me atrevo a decir que a veces (por supuesto que no es lo común) se puede pasarla mejor en la misma casa o sanatorio que yendo a una playa paradisíaca y resulta que tu marido, mujer, hijos, están en otro lugar mentalmente y no terminas de compartir el momento y así te das cuenta cuan infeliz sos...(tantas historias de parejas que vuelven de las super vacaciones y se separan).

Lo ideal, y lo que a todos nos gustaría, sería viajar a un lugar placentero, donde tener contacto con la naturaleza, etc. pero si no se puede habrá que buscarle la vuelta para que las vacaciones no pasen desapercibidas ni para quien cuidamos ni para la familia y menos para uno mismo como acompañante!!

Volemos como las mariposas, felices y disfrutando cada instante!! y si físicamente no podemos hacerlo, entonces, usemos nuestra imaginación que Dios nos dio y generemos unas vacaciones agradables, placenteras y llenas de sonrisas aunque el espacio donde estemos no sea el que más nos gusta. Ya vendrán otros tiempos mejores, mientras tanto...a volar!!

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