martes, 24 de enero de 2017

Cambios en quienes cuidamos

Cuando uno observa a las orugas puede ver que su vida es muy tranquila, se arrastran entre las ramas y las hojas con el único objetivo de comer. Sus cuerpos nos muestran el resultado de tanta alimentación al ver cómo van creciendo. Por supuesto que gracias a su sistema digestivo no llegan a explotar!!

Pero ¿por qué será que uno al imaginarse una mariposa (y también verla obvio!) lo primero que se nos ocurre es una silueta esbelta con alas que la sostienen y que parecen obras de arte? Si también están esas mariposas gorditas y sin gracia que pasan desapercibidas entre nuestras narices...
Si buscan en google lo primero que puede aparecerles dentro de la definición es "cuerpo alargado..con alas de colores vistosas..." pero no habla de aquellas oscuras y nada alargadas.

A lo que me gustaría llegar es al cambio radical del cuerpo de la oruga cuando se transforma en mariposa. Un misterio más de la naturaleza que los humanos no podemos comprender, por lo menos a primera vista, pero que aceptamos y no nos preocupamos pensando si la mariposa es más débil en ese nuevo estado, o si es mejor o peor insecto después del cambio...

En ese punto creo que se asemeja al cuerpo y alma de la persona que vive una enfermedad.
Antes del momento trash del diagnóstico, cada uno tenía el cuerpo que quería o que le tocaba tener, y su alma o espíritu también era parte de su ser especial. La enfermedad es transformación (como la oruga pasa a ser mariposa) y ese cambio incluye todo, no crean que sólo el órgano enfermo! ¿qué es "todo"? para empezar el cuerpo por razones obvias pero su alma o ser interno también tiene modificaciones...y muchas...

Se preguntarán si estos cambios son para bien, para mal o indistintos. Desde mi óptica hay de todo! y si, algunos serán muy positivos (por ej. si antes el paciente vivía estresado seguramente baje varias revoluciones, si su dieta era comida chatarra es probable que la modifique y sea un poco más saludable).
Otros cambios no son tan agradables, puede ser que si tiene tendencia a deprimirse sea más difícil de levantarle el ánimo o piense que como está así entonces se fume todos los cigarrillos posibles total, ya está enfermo.

Lo ideal sería que de la mezcla de cambios que vive esa persona resulte un ser mejor, aunque sea un poquito, si no pasa esto creo que la lección no alcanzó, examen desaprobado!

Definiría a los cambios de la persona con una enfermedad en físicos y psíquicos:

CAMBIOS FÍSICOS

Estos son subjetivos a cada uno dependiendo del diagnóstico.

Si una mujer tiene un tumor en la mama, todo girará alrededor de esa zona. Si la operan o no, si se la tienen que extraer o no, si le queda cicatriz, si se nota demasiado, hasta si tiene que usar ropa interior especial.
Si el paciente tiene un tumor en la pierna, lo mismo, su zona principal de preocupación será esa pierna (pobre la otra no? recibe todo el peso y trabajo pero nadie le da ni cinco de bolilla!!)
Resulta que apareció un tumor en la cabeza, y ahí también es relativo. Si el tumor no molesta al resto del cuerpo, la atención se centrará en la cabeza y hasta en la cicatriz, el color y tipo de pelo que crezca, etc. Pero si afecta otra parte del cuerpo (recuerden que nuestro bocho lleva el control de todo, por suerte de casi todo, el corazón no es racional y hasta puede ser opuesto al cerebro jeje) entonces al centro de cómputos llamado cerebro le agregamos foco en lo que esté dañando, sea una función física o mental.

Lo común es que un tratamiento contra el cáncer deje sus secuelas físicas (las otras las mencionaremos más adelante). Y cuando termina ¿cómo va a quedar el cuerpo? ahhhh ni le preguntes a los médicos porque no te van a decir mucho...ellos con hacer bien su trabajo ya están hechos!

Si lo analizamos, en la quimioterapia están intoxicando a tus células tanto las malas como a las buenas. El trabajo de matar las malas lo hace el oncólogo pero el trabajo de mantener a las buenas? ahhhh ni le preguntes a los médicos otra vez!! Ese es nuestro trabajo de acompañante, mejor dejar al paciente con su nuevo cuerpo, que tiene para acostumbrarse y hacerse amigo, aprender a quererlo como está.

Pero nosotros los acompañantes, y si, a cuidar a las células buenas! a darles de comer, a motivarlas para resistir ya que las necesitamos.

Veo los físicos de las personas que afrontaron el tratamiento y en general quedan mucho más flacos. Por nuestra propia experiencia la flacura no siempre es falta de vitaminas y minerales. Los análisis de sangre lo demuestran! Pero qué difícil es hacer comprender al resto del mundo que grasa no es sinónimo de salud, que por supuesto los músculos necesitan desarrollarse y crecer pero tienen un tamaño mínimo necesario y suficiente para estar bien. Aclaro que no soy nutricionista ni médica, sólo una simple acompañante que observo atentamente el estado de salud de quien cuido y me ocupo de que se alimente lo mejor posible.

En síntesis, los cambios físicos luego de un tratamiento ocurren en mayor o menor medida. Si quien los padece tiene que lidiar con ellos y además con las otras personas que le dicen o lo miran diferente...no está bueno.

Como acompañante debemos cuidar varias cosas:

- que la persona a quien cuidamos coma bien, sano y con todo lo que necesita para alimentar sus células buenas. Si esto implica dedicarse a la comida, y si, es nuestro trabajo!

- evitar la comida chatarra para dejar muertas de hambre a las células malas.

- ayudarlo para mejorar o al menos no empeorar su estado físico. Por ej. con caminatas, ejercicios de kinesiología, que reciba un rato de sol en el día, etc.

- controlar que su cuerpo esté sano dentro de lo posible, ante un cambio negativo enseguida consultar al médico.

- ayudar a quien ha cambiado su cuerpo para que lo acepte así como está, para que se acostumbre y descubra sus nuevas fortalezas y debilidades.

- alejar las miradas y los comentarios no positivos de quienes sufren de falta de tacto y empatía. A veces es imposible pero muchas otras es factible.

- por último y creo más importante como acompañante (especialmente siendo marido o mujer del paciente) es aceptar, adaptarse y querer el nuevo físico de tu cuidado. Parece que fluye naturalmente pero no es tan así. Acá aparece el amor incondicional hacia la otra persona, si existe y perdura en el tiempo, amaremos a quien tengamos al lado aunque su cuerpo haya cambiado.

CAMBIOS PSÍQUICOS O EMOCIONALES

Aclaro nuevamente que no soy especialista de ningún rubro cercano a la medicina, ni siquiera en la psiquiatría. Todo lo escrito acá es simplemente una experiencia de vida personal.


Hecha la aclaración vuelvo a los cambios psíquicos o emocionales.

Otro tema subjetivo, y si, somos seres únicos e irrepetibles. Cada persona vivirá su transformación como consecuencia de una enfermedad de acuerdo a su educación, religión, contexto, vivencias, sentimientos, percepciones, genética, etc., en síntesis, su ser espiritual o alma propia. Le sumaría la mente, ya que el poder mental es muy fuerte, más de lo que creemos.

Quien recibe un diagnóstico empieza un nuevo camino de vida (aquellos más negativos lo verán como un camino hacia la muerte) y depende de la actitud que ponga en su estado desconocido si lo logra transitar en forma feliz o no.

Los cambios psíquicos o emocionales que aparezcan pueden ser infinitos, una persona totalmente positiva puede caer en una depresión o una infeliz puede ver una luz de esperanza, que en su pasado su preocupación y tristeza no eran tan importantes como pensaba. Así hay miles de ejemplos...sería muy difícil analizarlo porque no terminaría más.

Solo puedo aconsejar dentro de mi escaso conocimiento y gracias a mi gran observación, cómo acompañar a aquellos que viven cambios en su mente o corazón:

- el miedo, aparece junto al diagnóstico (a veces surge junto a un síntoma) y probablemente esté presente el resto de la vida con mayor y menor intensidad. Sepamos escuchar y sentir cuando la otra persona tiene miedo e intentemos disminuirlo. No vamos a lograr eliminarlo, pero si sabemos darle el papel que le corresponda en cada momento podremos ir manejándolo para que no enferme más.

- la rabia, la furia, la bronca. Emociones muy intensas pero por suerte con poca vida. Si es necesario romper algo para sacarla...a buscar un plato viejo que esté cachado y listo! No es cuestión de revolear todo por el aire ni de poner en peligro a uno mismo o a los demás por favor!!!!

- la paciencia, una virtud tan valiosa como escasa. Paciente=ser con paciencia (para los tiempos de la medicina, de los papeles administrativos, de los procesos internos y también los procesos de los demás). Ayudemos a desarrollarla con amor, porque si el tratamiento es largo se va a necesitar y mucha paciencia!

- la angustia va acompañada de la incertidumbre. Como acompañantes debemos erradicar la angustia de nuestras vidas!! o por lo menos que no se note...para eso están las consultas donde preguntar TODO. No tengamos incertidumbre sobre la enfermedad ni el tratamiento, porque de por sí ya viene en el combo de los médicos...no son adivinos. Hay probabilidades, hay estadísticas pero no pueden decirte que algo va a pasar sí o sí, ni bueno ni malo. Asique, si la angustia nos invade o la tiene encima el paciente, fuera! lejos! y si alguna persona se acerca a generarla, chau chau!!

- depresiones, bajones, estados de ánimos por el piso...no lo podemos permitir por mucho tiempo. Si ocurre un rato es normal, pero por favor no nos dejemos arrastrar al pozo ciego! Es muy difícil salir de ahí, mejor pum para arriba! y si no sabemos cómo entonces busquemos al profesional adecuado (o vayamos de vacaciones jeje)

- excitación, acelere, ganas de llevarse el mundo por delante. Parece muy positivo pero puede ser peligroso. Cada momento necesita de su estado mental o emocional correcto. A veces por acelerar las cosas hacemos macanas, o por tener una actitud proactiva no escuchamos al cuerpo. Sepamos cuando parar la moto, y sacarse el casco y respirar y mirar el horizonte y bajar de la moto para pisar tierra firme (si es en patas mejor!). O sea, regular la energía que el camino puede ser largo...o no!

- amor, cariño, compasión, caricias, miradas, cantos, etc. Bueno, es el cambio más lindo y positivo que cualquier acompañante quisiera que tenga su cuidado pero este si que no es tan usual. 
¿Qué persona podría saltar de alegría y felicidad teniendo que lidiar con un cáncer? debe haber algún loco por ahí, pero no es muy común de verlo. Están escondidos por miedo a represalias jaja o que los encierren en un psiquiátrico. Sin embargo, estos cambios suelen valer mucho más que los otros. ¿Quién no se emociona ante una sonrisa de una persona en una cama de hospital toda entubada? yo por lo menos, lagrimeo de emoción. He visto personas con un diagnóstico terrible sin embargo regalan sonrisas y cariño a los demás. Como acompañante en este camino de amor incondicional debo decir que para mí es lo MAS IMPORTANTE Y FUNDAMENTAL en el tratamiento de una enfermedad.
Respetemos a quien cuidamos si no tiene ganas de sonreír o decir cosas lindas, pero cada tanto no está mal que le recordemos que sí se puede vivir del amor y que así como ellos necesitan de un acompañante amorosamente incondicional, también nosotros necesitamos de un enfermo que entregue su corazón o al menos lo que le quede por dar!

Podría seguir con la lista pero creo que los cambios emocionales que más observo en las personas con una enfermedad se sintetizan con estos.

Las mariposas han pasado por un cambio tremendo para ser lo que son, así también las personas con una enfermedad tienen la oportunidad de hacerlo. Depende de sí mismos si esos cambios son positivos o no,  pero mucho también depende de sus acompañantes. Sepamos valorar hasta la mariposa más simple y sencilla aunque le falte un pedazo de ala, sea flacucha o no encuentre su rumbo, porque ella también fue oruga en su momento y también tuvo que transmutar para ser lo que es.




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