martes, 27 de junio de 2017

Empatía incondicional

Es difícil para una persona que acompaña a un enfermo con cáncer o alguna otra enfermedad, poder ponerse en los zapatos del otro...y viceversa...

Así como el acompañante no es quien carga la mochila de la enfermedad, el paciente no se da cuenta el trabajo que implica cuidarlo a él y a su propia familia si la tienen. 
Pensando en esto es que se me ocurre plantearme una situación inversa, el momento en que el acompañante se enferma...

¿Qué pasa cuando quien debería tener empatía o ponerse en tu lugar o simplemente ver que estás necesitando ayuda justamente es la persona a quien vos cuidas? ahhhhh tema complicado si lo hay...a veces se podrá y otras veces no. 

¿Cómo esperas que te cuide alguien que no puede hacerlo a si mismo? ¿le vas a exigir un acompañamiento perfecto a quien necesita de una persona que lo acompañe?

Si tenes la suerte (como yo!) de que la persona a quien acompañas se encuentre bastante bien física y mentalmente entonces no te hagas mala sangre, relajate y si necesitas cambiar roles por algún tiempito se hará y listo.
Pero hay muchos, muchísimos, acompañantes que no tienen esa suerte. Sus pacientes no tienen fuerzas, energías, ganas, espíritu de pensar en el otro y ahí surgen los conflictos internos del cuidador que no tiene quien lo cuide...

Como quien escribe se ocupa de acompañar a los acompañantes, en este momento sólo pienso en ellos. Los pacientes hacen lo que pueden, cómo pueden y cuándo pueden.

Bueno, sepámoslo y recordémoslo cuando necesitamos una mano y no llega, cuando esperamos la bandeja con una rica sopita casera que hubiésemos hecho y aparece la sopa de paquete o ni siquiera ja! O como me dijeron por ahí, cuando te llevan el té a la cama con el saquito adentro de la taza sin agregados más que mucho amor...
En ese y otros casos tendremos que desarrollar la empatía nuevamente.
¿¿Sería como una empatía incondicional??

Algo así como:

Ponerse en el lugar del otro (paciente que carga una enfermedad y ya está agotado del tema) que mira como su acompañante (o sea nosotros, los cuidadores) necesita de su ayuda (física o emocional) pero lo hacen mal o directamente no ayudan (o no lo hacen como nosotros lo hubiéramos hecho) por lo tanto para no angustiarnos y sentirnos mal terminamos no esperando nada (incondicionalidad absoluta).

Parecería horrible lo que acabo de escribir pero justamente es lo contrario.
Así como de tu hijo no esperas que sea empático con vos (hasta cierta edad obvio!) entonces de tu paciente tampoco lo esperes, su rol no es ser tu acompañante!
Si tenes la suerte de que lo pueda asumir y cumplir, buenísimo!! Pero en general no pueden hacerlo (aunque quisieran), asique ponete una pila y podrías empezar a buscar un acompañante por otro lado que haga de enfermero, médico o simplemente te ayude en las tareas diarias. ¿Cómo vas a pretender que la persona que vos cuidas use energía que no tiene? Lógica, nada más que de pensarlo tendrías que darte cuenta. Ayuda en lo que puede, cómo puede y cuándo puede...,

Y, hablando de pensar, me gustó la "empatía incondicional", esa que, al ponerte en el lugar del otro lo haces sin condiciones, sin exigir nada, ni siquiera esperas a que te devuelvan la empatía que tuviste en algún momento y ahora necesitas...

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