miércoles, 23 de agosto de 2017

Se va formando la Red de Acompañantes!

Cuando surgió la primera oración de este blog lo hice pensando en hacer una terapia personal, esa que siempre te aconsejan en los momentos difíciles, o sea, escribir!

Con el tiempo fui descubriendo que había un público invisible, oculto y muy sufrido a quien mi experiencia iba a ser también terapéutica: los acompañantes de pacientes con enfermedades difíciles, crónicas, a veces eternas y otras ,lamentablemente, muy cortas.
Ellos esperan silenciosamente y sin siquiera pedirlo que alguien se cruce en sus vidas y les cuente lo mismo que viven cada día. 
Puede ser que no sea la misma enfermedad o que sus realidades no sean parecidas a la mía, pero seguramente necesiten una mano para modificar actitudes, reacciones a ciertas situaciones, o simplemente enriquecerse con ideas nuevas en este camino incondicional de cuidar a un paciente querido.

Pasan los meses y me voy dando cuenta de que aquella idea inicial de que se arme una red de acompañantes va tomando forma. De a poquito, paso a paso, despacito o como más les guste decirlo pero aquella semilla que planté en este blog va germinando lentamente. 

Y ¿cómo me doy cuenta?

En el momento que la acompañante de un paciente me transmite sus nervios previos a un control y luego festejamos juntas el resultado. O acaso eso no es una red? Podría haber elegido a miles de familiares y amigos antes que a nosotros, pero ahí estábamos para compartir. 

Cuando se van contactando conmigo personas que son amigos de los amigos de los amigos...y te agradecen leerte! Qué locura, si la agradecida de que me lean soy yo!!

Y ni hablar cuando veo las estadísticas del blog y resulta que lo siguen en muchos países...esos acompañantes anónimos que necesitan una mano, o dos o simplemente una palabra de aliento aunque sea desde una tierra lejana.

Así existen muchos ejemplos de cómo me doy cuenta, solo es cuestión de abrir los sentidos y comprender qué está pasando con tanto movimiento de personas que cuidan a otras.

Tengo la esperanza de llegar a ver en mi paso por esta vida la famosa Red de Acompañantes que tanto sueño. 
No sabía cómo armarla y empecé con lo básico, mi experiencia. Ahora se van sumando las vivencias de los otros cuidadores que me contactan y enriquecen para que en el futuro logremos juntos el objetivo final: ser buenos acompañantes incondicionales!  

Si hay una buena actitud en quien atraviesa el camino de la enfermedad, entonces éste se suavizará, podrá ser menos doloroso y sin quererlo surgirán muchos momentos lindos tanto para el paciente como para nosotros mismos. 
Pero solos no podemos, asique manos a la obra y tejamos esta red positiva y con mucho amor!!

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