jueves, 1 de marzo de 2018

Cuando el acompañante dice: NO ME PUEDO ENFERMAR

Cambiar el rol de acompañante a paciente aunque sea por ir a una simple consulta no es fácil ni para uno mismo ni para aquél que uno acompañó.

He escuchado de diferentes cuidadores la frase: NO ME PUEDO ENFERMAR. Y si la analizo un poco, tienen razón. Pero los que no viven esta experiencia inolvidable de la enfermedad no van a comprender esas palabras. Ojo, con esto no quiero decir que sea la verdad absoluta, por supuesto que es una frase subjetiva en gran proporción, pero se debería tener más cuidado al decirla y al escucharla más todavía.

¿Por qué una persona que cuida a otra no puede enfermarse? 
Como poder, claro que puede. 
Como deber, no debería...o sea, no sería lo óptimo para la situación. 
Como querer, y, en eso no tengo dudas de que no querría para nada!!

Las inquietudes que surgen en estos casos son varias:

- si me enfermo, quién va a acompañar (tan bien como yo...jaja) al que ya está enfermo.

- si me enfermo, quién me va a acompañar a mí. 
No necesariamente va a ser quien uno cuida, eso dependerá del estado físico, mental y emocional que tenga el paciente original, o sea el cuidado por mi.

- si me enfermo, lo mínimo sería que me cuiden como yo le he hecho por cierto tiempo. Error!!! A este punto quería llegar y voy a poner foco.
Así como cada persona es única, cada paciente también lo es y ni hablar de cada acompañante. Cuesta pero creo que es otro aprendizaje que deberíamos tomar de estas situaciones. 
En otras ocasiones propuse una "escuela de acompañantes" y sigo pensando en la necesidad de que así sea. Ya existe el curso de cuidados paliativos, de cuidadores profesionales, pero en ninguna universidad ni hospital enseñan a los familiares y/o amigos a ser acompañantes en la vida diaria. Uno lo aprende medio a los golpes, con el día a día, paso a paso. 
Entonces si tenes la necesidad de que te acompañen aunque sea a una consulta, no pretendas que la persona que "salga sorteada" (por decirlo graciosamente) y que sea quien te cuide si hace falta, se le ocurran las mismas cosas que a vos, te cuide y se preocupe como vos lo has hecho por otros. Pero no lo digo porque lo haga peor o mejor, solo será distinto. Es lógico si volvemos a la frase de que cada persona es única y cada acompañante lo hace como puede y le sale.

En fin, Dios quiera que uno no se enferme pero si pasa, habrá que empezar una nueva historia, un nuevo camino incondicional. 

El camino de cada persona es único, no hay dos iguales. Las piedras que se encuentren, los climas adversos a veces y amenos en otras ocasiones, no se replican en todos los casos.

Cualquier persona puede enfermarse, hagamos lo posible para que no nos toque y que vivamos sólo el camino de la enfermedad como acompañantes. 

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